Caída.

Era un dia frío. Allí estaba él, con su aire de seguridad, nada más que una apariencia, y de superioridad, algo que tenía duda que fuera cierto. Allí estaba él, allí estaba ella, con mil inseguridades en el cuerpo, con la incertidumbre del qué pasará, y viviendo los minutos más extresantes de su vida.

 - Hola.

 - Hola, ¿ qué frío eh?

 - Pues si.

Una simple conversación de dos simples personas que aparentemente no tenían nada en común.

Entonces sucedió, todo empezó con una mirada, que intensa, que dulce y qué salvaje a la vez. Luego surgió un beso, efímero, pero lleno de pasión, después de esa pequeña delicia, le sucedieron caricias, miradas, besos, roces... Quien iba a decir que en ese frío de invierno iba a encontrar el calor en un capricho adolescente. Quien iba a decir que aquello que tuviesen en común fuera una pasioncilla, una victoria para él y a la vez una derrota para ella, caer rendida a sus pies, como presa para un cazador, como pez que pica en el anzuelo.